Naiker
24/06/2010, 13:09
http://img.genciencia.com/2010/06/11111.jpg
Siguiendo la estela de la música que nacía de las entrañas del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), de nuevo la música podría ser una manera más rápida de detectar el bosón de Higgs, la también llamada partícula de Dios.
El problema del LHC es que aporta tantos datos que se precisa de mucho tiempo y esfuerzo para analizarlos, como si tratáramos de hallar una señal de radio inteligente de todas las ondas que recibimos del espacio exterior. Así pues, se ha desarrollado un método para que los físicos del CERN puedan “escuchar los datos“ y saber reconocer la partícula de Dios cuando finalmente aparezca en el LHC.
El equipo responsable de la “sonificación“ de los datos cree que el oído se adapta mejor que la vista para distinguir los sutiles cambios que pudieran indicar la detección de una nueva partícula.
Así es como explica esta traducción de la física a sonidos Lily Asquith, cienfífica del CERN:
Si la energía está cerca, se oye en un tono bajo y si está más lejos se oye en un tono más alto. Si hay mucha energía se oirá más fuerte y el sonido será más tranquilo si la energía es poca.
El instrumentos para ello es el ATLAS, que mide la energía y se compone de siete capas concéntricas. Cada capa es una nota, y su tono es diferente dependiendo de la cantidad de energía que se deposita en ella.
De hallarse, así es como sonaría la partícula de Dios:
http://www.youtube.com/watch?v=y1V5uDmfPWA
Siguiendo la estela de la música que nacía de las entrañas del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), de nuevo la música podría ser una manera más rápida de detectar el bosón de Higgs, la también llamada partícula de Dios.
El problema del LHC es que aporta tantos datos que se precisa de mucho tiempo y esfuerzo para analizarlos, como si tratáramos de hallar una señal de radio inteligente de todas las ondas que recibimos del espacio exterior. Así pues, se ha desarrollado un método para que los físicos del CERN puedan “escuchar los datos“ y saber reconocer la partícula de Dios cuando finalmente aparezca en el LHC.
El equipo responsable de la “sonificación“ de los datos cree que el oído se adapta mejor que la vista para distinguir los sutiles cambios que pudieran indicar la detección de una nueva partícula.
Así es como explica esta traducción de la física a sonidos Lily Asquith, cienfífica del CERN:
Si la energía está cerca, se oye en un tono bajo y si está más lejos se oye en un tono más alto. Si hay mucha energía se oirá más fuerte y el sonido será más tranquilo si la energía es poca.
El instrumentos para ello es el ATLAS, que mide la energía y se compone de siete capas concéntricas. Cada capa es una nota, y su tono es diferente dependiendo de la cantidad de energía que se deposita en ella.
De hallarse, así es como sonaría la partícula de Dios:
http://www.youtube.com/watch?v=y1V5uDmfPWA