DjKosmick
19/04/2011, 13:25
El talón de Aquiles de Red Bull a inicios de temporada está siendo, sin lugar a dudas, el KERS. De las tres carreras disputadas, el sistema de recuperación de energía no ha funcionado correctamente en ninguna, situación que hace perder rendimiento al RB7. Con el parón de tres semanas hasta el Gran Premio de Turquía, Christian Horner ha asegurado que esperan solucionar, con éxito, el problema del KERS.
Tras el Gran Premio de China, a la Fórmula 1 le esperan tres semanas de descanso antes de aterrizar en Turquía. Sin embargo, para las escuderías del mundial estos días previos a la prueba en Estambul se centrarán en analizar problemas vistos en las tres primeras carreras así como en evolucionar sus monoplazas. Y Red Bull, los vigentes campeones, no serán una excepción. Antes de llegar a Turquía, la escudería austríaca quiere acabar con el problema de fiabilidad y funcionamiento del KERS.
El jefe de equipo, Christian Horner, se mostraba optimista en cuanto al arreglo de su particular talón de Aquiles. "Necesitamos mejorarlo y tenemos tres semanas para asegurarnos que lo tendremos disponible en cada vuelta de las carreras", afirmaba Horner a los micrófonos de la BBC. La superioridad y potencial de Red Bull en el inicio de temporada solo se ha visto eclipsado por un solo problema en el RB7; el sistema de recuperación de energía. En Australia, Sebastian Vettel y Mark Webber no montaron el KERS, mientras que en Malasia y China sí lo hicieron, aunque el sistema no funcionó correctamente.
El asesor deportivo de Red Bull, Helmut Marko, recalcaba a la publicación Focus que el problema con el KERS hizo que Vettel perdiera la primera posición en la salida y que en carrera su ritmo no fuera el visto en Melbourne y Sepang. "En la salida, su KERS estaba trabajando parcialmente", señalaba Marko, al mismo tiempo que contradecía las palabras de Horner al afirmar que no hay ninguna garantia de que se encuentre una solución final antes de Turquía.
No obstante, el fallo del sistema de recuperación de energía no fue el único problema que Vettel se encontró a lo largo de las vueltas. A mitad de carrera, al vigente campeón se le estropeó la radio y nadie en el pitwall podía oír las palabras de Sebastian. Se cree que el fallo pudo deberse a que el alemán ajustó la pajita de la bebida a su casco antes de iniciarse la carrera. "Quizá entró en el micrófono un poco de agua", especulaba Horner a la prensa austríaca.
Tras el Gran Premio de China, a la Fórmula 1 le esperan tres semanas de descanso antes de aterrizar en Turquía. Sin embargo, para las escuderías del mundial estos días previos a la prueba en Estambul se centrarán en analizar problemas vistos en las tres primeras carreras así como en evolucionar sus monoplazas. Y Red Bull, los vigentes campeones, no serán una excepción. Antes de llegar a Turquía, la escudería austríaca quiere acabar con el problema de fiabilidad y funcionamiento del KERS.
El jefe de equipo, Christian Horner, se mostraba optimista en cuanto al arreglo de su particular talón de Aquiles. "Necesitamos mejorarlo y tenemos tres semanas para asegurarnos que lo tendremos disponible en cada vuelta de las carreras", afirmaba Horner a los micrófonos de la BBC. La superioridad y potencial de Red Bull en el inicio de temporada solo se ha visto eclipsado por un solo problema en el RB7; el sistema de recuperación de energía. En Australia, Sebastian Vettel y Mark Webber no montaron el KERS, mientras que en Malasia y China sí lo hicieron, aunque el sistema no funcionó correctamente.
El asesor deportivo de Red Bull, Helmut Marko, recalcaba a la publicación Focus que el problema con el KERS hizo que Vettel perdiera la primera posición en la salida y que en carrera su ritmo no fuera el visto en Melbourne y Sepang. "En la salida, su KERS estaba trabajando parcialmente", señalaba Marko, al mismo tiempo que contradecía las palabras de Horner al afirmar que no hay ninguna garantia de que se encuentre una solución final antes de Turquía.
No obstante, el fallo del sistema de recuperación de energía no fue el único problema que Vettel se encontró a lo largo de las vueltas. A mitad de carrera, al vigente campeón se le estropeó la radio y nadie en el pitwall podía oír las palabras de Sebastian. Se cree que el fallo pudo deberse a que el alemán ajustó la pajita de la bebida a su casco antes de iniciarse la carrera. "Quizá entró en el micrófono un poco de agua", especulaba Horner a la prensa austríaca.