DjKosmick
24/06/2009, 11:44
«Nos dio un patatús». Un alto directivo del Athletic expresa en esos términos, en una conversación con EL CORREO, la impresión que causó en el consejo de administración de la sociedad San Mamés Barria -formada por el club, la Diputación de Vizcaya, la BBK y Ayuntamiento de Bilbao- la presentación hace unos meses por parte de la ingeniería Idom de las estimaciones presupuestarias del proyecto del nuevo estadio rojiblanco: 58.000 espectadores -el actual tiene una capacidad de 40.000- y en torno a 235 millones de presupuesto. «Nos quedamos muy asustados y preocupados porque veíamos que el tema no salía», añade la misma fuente.
Idom, que trabaja en el diseño del campo, recibió entonces la consigna de rebajar gastos, de ajustar las cuentas a los tiempos de crisis. El coste final de la operación ha quedado reducido ahora a unos 175 millones a precio actualizado de 2014, cuando se espera inaugurar las instalaciones. Es decir, un recorte del 25% respecto a las primeras estimaciones
El ahorro afecta, como no podía ser de otra manera, al resultado final. La idea original de un nuevo estadio con capacidad para 58.000 espectadores queda definitivamente arrinconada. El que se perfila ahora se queda en torno a los 53.000, un 9% menos de aforo, pero suficiente según las estimaciones del club.
El Athletic mantiene que se ha buscado un campo con la dimensión que necesita la entidad y que, a la vez, sea económicamente viable. Sus responsables subrayan que ceder 5.000 localidades es un salto cualitativo en términos financieros porque «un estadio de 48.000 o 53.000 cuesta prácticamente lo mismo, pero subir hasta 58.000 encarece mucho la obra por cuestiones estructurales».
El club entiende que un nuevo San Mamés con 53.000 espectadores es idóneo. El proyecto le permitirá pasar de los 34.373 socios actuales a 41.000, un 19% más. Esto supone un espectacular crecimiento en los ingresos. Cada socio nuevo deberá pagar 1.200 euros por obtener su condición, además de hacer frente a las cuotas anuales. Sólo por el primer concepto la entidad rojiblanca se embolsará alrededor de ocho millones.
Otra de las grandes ventajas del proyecto es que permitirá disponer de un paquete significativo de entradas a la venta. Las poco más de 2.500 de la actualidad en cada partido se multiplicarán por cuatro para alcanzar las 10.000. Las 2.000 restantes, hasta llegar al aforo de 53.000, se repartirán entre compromisos del club con instituciones públicas.
Sin espectáculo de luz
Hay reducción de gastos en todas las áreas. De hecho, desaparece el que iba a ser uno de los principales símbolos del estadio: la iluminación exterior. El plan original la presentaba como un espectáculo en sí misma cuando el Athletic jugara sus partidos de noche. Parte de las urnas acristaladas exteriores debían emitir una potente luz roja que haría juego con el tono blanco de la recubierta. Y cuando el equipo marcara un gol, varios focos debían 'chisporrotear' una luz interna hacia el exterior para celebrarlo y darlo a conocer. Las fuentes consultadas por EL CORREO confirman que esta idea no verá finalmente la luz. «Hemos bajado el coste en todo, en instalaciones, estructura y accesorios».
Eso sí, el nuevo San Mamés se mantendrá como un estadio cinco estrellas, el certificado de la UEFA que permite acoger partidos internacionales. Además, mantendrá un amplio equipamiento, con tienda, museo, zona de palcos, oficinas, restaurante, cuatro vestuarios -exigencia de la UEFA por si se juegan dos partidos oficiales seguidos- y un parking subterráneo con 240 plazas para servicios, seguridad, prensa y televisión.
La almendra de la cuestión está ahora en financiar los 175 millones de euros que costará finalmente el estadio rojiblanco. El desembolso total de tres de los socios financieros de San Mamés Barria -Athletic, Diputación y BBK- depende de que entre o no el Gobierno vasco. Al Ayuntamiento le da igual económicamente porque participa con la capitalización de las tasas e impuestos que no va a cobrar.
Por el momento, el nuevo Ejecutivo de Patxi López no se ha pronunciado. En caso de que rechace participar, el Athletic tendría que poner 40 millones, que obtendrá mediante un crédito. A la BBK y la Diputación les corresponden los 135 millones restantes, con mayor cantidad de la entidad financiera porque, a diferencia del club y el ente foral, no aporta suelo a la operación.
José Luis Bilbao, diputado general de Vizcaya, presentó recientemente sus cuentas al lehendakari. Debe desembolsar 55 millones. Si es así, la aportación del Athletic se reducirá hasta los 25 millones. La BBK y la Diputación se ahorrarán también dinero. La caja destinaría 55 millones, como el Gobierno vasco, y la Diputación, 40.
La cantidad que se reclama al Ejecutivo es fuerte, pero desde San Mamés Barria se intenta suavizarla. «Son aportaciones a seis años», matizan. Además, por encima de la inversión, el Athletic y el diputado general quieren hacer ver al Gabinete socialista que el nuevo San Mamés es uno de los grandes proyectos estratégicos de Bilbao y Vizcaya en los próximos años. No sólo, se insiste, tendrá incidencia en el club, sino que podrá tener un retorno económico muy importante. El Athletic prevé pedir una final de la nueva UEFA European League y que su estadio sea sede del Mundial 2018 que han solicitado organizar de forma conjunta España y Portugal.
Sin presiones
La entidad que preside Fernando García Macua no quiere presionar por medio de declaraciones públicas al nuevo Gobierno, aunque ya ha abierto una vía de comunicación con la consejera de Educación, Isabel Celaá; y con el próximo director de Deportes, Patxi Mutiloa, cuyo nombramiento será oficial el viernes. Ibaigane entiende que debe ser respetuoso con la dinámica de la Administración. Eso sí: necesita conocer cuanto antes si participa en el proyecto o no porque antes de finales de año los socios comienzan a hacer desembolsos económicos.
La última previsión indica que la primera piedra del nuevo estadio se debe colocar este mismo año o a principios del siguiente y que será inaugurado en 2014, con dos años de retraso sobre el plazo inicialmente previsto.
Idom, que trabaja en el diseño del campo, recibió entonces la consigna de rebajar gastos, de ajustar las cuentas a los tiempos de crisis. El coste final de la operación ha quedado reducido ahora a unos 175 millones a precio actualizado de 2014, cuando se espera inaugurar las instalaciones. Es decir, un recorte del 25% respecto a las primeras estimaciones
El ahorro afecta, como no podía ser de otra manera, al resultado final. La idea original de un nuevo estadio con capacidad para 58.000 espectadores queda definitivamente arrinconada. El que se perfila ahora se queda en torno a los 53.000, un 9% menos de aforo, pero suficiente según las estimaciones del club.
El Athletic mantiene que se ha buscado un campo con la dimensión que necesita la entidad y que, a la vez, sea económicamente viable. Sus responsables subrayan que ceder 5.000 localidades es un salto cualitativo en términos financieros porque «un estadio de 48.000 o 53.000 cuesta prácticamente lo mismo, pero subir hasta 58.000 encarece mucho la obra por cuestiones estructurales».
El club entiende que un nuevo San Mamés con 53.000 espectadores es idóneo. El proyecto le permitirá pasar de los 34.373 socios actuales a 41.000, un 19% más. Esto supone un espectacular crecimiento en los ingresos. Cada socio nuevo deberá pagar 1.200 euros por obtener su condición, además de hacer frente a las cuotas anuales. Sólo por el primer concepto la entidad rojiblanca se embolsará alrededor de ocho millones.
Otra de las grandes ventajas del proyecto es que permitirá disponer de un paquete significativo de entradas a la venta. Las poco más de 2.500 de la actualidad en cada partido se multiplicarán por cuatro para alcanzar las 10.000. Las 2.000 restantes, hasta llegar al aforo de 53.000, se repartirán entre compromisos del club con instituciones públicas.
Sin espectáculo de luz
Hay reducción de gastos en todas las áreas. De hecho, desaparece el que iba a ser uno de los principales símbolos del estadio: la iluminación exterior. El plan original la presentaba como un espectáculo en sí misma cuando el Athletic jugara sus partidos de noche. Parte de las urnas acristaladas exteriores debían emitir una potente luz roja que haría juego con el tono blanco de la recubierta. Y cuando el equipo marcara un gol, varios focos debían 'chisporrotear' una luz interna hacia el exterior para celebrarlo y darlo a conocer. Las fuentes consultadas por EL CORREO confirman que esta idea no verá finalmente la luz. «Hemos bajado el coste en todo, en instalaciones, estructura y accesorios».
Eso sí, el nuevo San Mamés se mantendrá como un estadio cinco estrellas, el certificado de la UEFA que permite acoger partidos internacionales. Además, mantendrá un amplio equipamiento, con tienda, museo, zona de palcos, oficinas, restaurante, cuatro vestuarios -exigencia de la UEFA por si se juegan dos partidos oficiales seguidos- y un parking subterráneo con 240 plazas para servicios, seguridad, prensa y televisión.
La almendra de la cuestión está ahora en financiar los 175 millones de euros que costará finalmente el estadio rojiblanco. El desembolso total de tres de los socios financieros de San Mamés Barria -Athletic, Diputación y BBK- depende de que entre o no el Gobierno vasco. Al Ayuntamiento le da igual económicamente porque participa con la capitalización de las tasas e impuestos que no va a cobrar.
Por el momento, el nuevo Ejecutivo de Patxi López no se ha pronunciado. En caso de que rechace participar, el Athletic tendría que poner 40 millones, que obtendrá mediante un crédito. A la BBK y la Diputación les corresponden los 135 millones restantes, con mayor cantidad de la entidad financiera porque, a diferencia del club y el ente foral, no aporta suelo a la operación.
José Luis Bilbao, diputado general de Vizcaya, presentó recientemente sus cuentas al lehendakari. Debe desembolsar 55 millones. Si es así, la aportación del Athletic se reducirá hasta los 25 millones. La BBK y la Diputación se ahorrarán también dinero. La caja destinaría 55 millones, como el Gobierno vasco, y la Diputación, 40.
La cantidad que se reclama al Ejecutivo es fuerte, pero desde San Mamés Barria se intenta suavizarla. «Son aportaciones a seis años», matizan. Además, por encima de la inversión, el Athletic y el diputado general quieren hacer ver al Gabinete socialista que el nuevo San Mamés es uno de los grandes proyectos estratégicos de Bilbao y Vizcaya en los próximos años. No sólo, se insiste, tendrá incidencia en el club, sino que podrá tener un retorno económico muy importante. El Athletic prevé pedir una final de la nueva UEFA European League y que su estadio sea sede del Mundial 2018 que han solicitado organizar de forma conjunta España y Portugal.
Sin presiones
La entidad que preside Fernando García Macua no quiere presionar por medio de declaraciones públicas al nuevo Gobierno, aunque ya ha abierto una vía de comunicación con la consejera de Educación, Isabel Celaá; y con el próximo director de Deportes, Patxi Mutiloa, cuyo nombramiento será oficial el viernes. Ibaigane entiende que debe ser respetuoso con la dinámica de la Administración. Eso sí: necesita conocer cuanto antes si participa en el proyecto o no porque antes de finales de año los socios comienzan a hacer desembolsos económicos.
La última previsión indica que la primera piedra del nuevo estadio se debe colocar este mismo año o a principios del siguiente y que será inaugurado en 2014, con dos años de retraso sobre el plazo inicialmente previsto.