El 'bumping', un método utilizado tradicionalmente por los cerrajeros cuando nos dejamos las llaves en casa, ha caído en manos de los delincuentes. Cualquiera puede aprender a utilizarlo simplemente entrando en Internet. Consiste en golpear una copia de una llave con algún objeto contundente hasta lograr que la cerradura se abra. Se hacen hasta concursos para ver quién fuerza una puerta en menos tiempo. «La ganzúa que usamos nosotros es muy cara, pero ellos la amortizan en dos o tres robos», opina un cerrajero bilbaíno, aunque los ladrones suelen utilizar objetos más rudimentarios. «Entran aunque estén echadas varias vueltas de llave». Si llega a su casa, está todo revuelto «y no ha sido nadie de dentro, es que le han entrado a robar».
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